miércoles, 28 de agosto de 2013

Crítica - Jurassic Park 3D: Los dinosaurios vuelven a conquistarnos

Que a todos nos gustan los dinosaurios es un hecho incontestable, sobre todo cuando eramos pequeños. Así, si miramos entre los cuentos de un niño, encontraremos, invariablemente, alguna historia cuyo protagonista será un diplodocus, un triceratops o un Tiranosaurus Rex. Eso si no nos encontramos un libro-guía con grandes ilustraciones de cada especie clasificadas por tamaño, peso y hábitos alimenticios (carnivoros/hervívoros). Seguramente, nuestros padres pensarían que, regalándonos algo así, despertarían nuestro interés por los libros al tiempo que aprenderíamos algo de la historia de nuestro planeta ya que, aunque de pequeños viésemos a los dinosaurios como si fuesen dragones o bestias mitológicas, no hay que perder de vista que fueron seres muy reales que poblaron la Tierra hace 225 millones de años y se extinguieron hace 65 millones de años.

Jurassic Park es una de las películas con más éxito de Steven Spielberg, como demuestran sus prestigiosos premios -entre los que detacan 3 Óscar por Mejores efectos de sonido, Mejores efectos visuales y Mejor Sonido- y unas enormes ganancias. Y es que, producir Jurassic Park, costó alrededor de 95 millones de dólares, produciendo unos beneficios de más de 900 millones mientras estuvo exhibiéndose en los cines, eso sin contar los cientos de millones recaudados por el merchandising (tazas, camisetas, peluches...), los videojuegos, y las secuelas Jurassic Park 2 y 3. Como diría cualquier economista: un negocio redondo.

Ahora nos llega una entrega más de la franquicia de los dinosaurios, que no es otra cosa que la película original digitalizada y pasada por el filtro de la tecnología 3D más avanzada. Algunos podrán pensar que es una vuelta de tuerca más de Universal Pictures para exprimir aún más la gallina de los huevos de oro antes de que la cuarta entrega de la saga vea la luz en 2015. Otros pensamos lo contrario, después de haber ido a verla con unas gafotas negras 3D desde el fondo de la sala.

Los que crean que la película no aporta nada nuevo tienen razón... y no la tienen. No se equivocan en que el guión y la trama es la misma (se trata de la misma cinta, no han tocado ni una coma ni añadido más secuencias), pero se equivocan en que es lo mismo que hace 20 años cuando se estrenó. La cosa en 3D cambia. Y mucho.

Las imágenes son más detalladas. Puedes ver perfectamente el contorno de un insecto prehistórico encerrado en su prisión de ámbar, con todos sus matices, justo delante de vuestra cara, como si el protagonista saliese de la pantalla y alargase la mano para que le echaseis vosotros, espectadores, un vistazo más de cerca. Esto hace que el público se sienta como si estuviera dentro de la película, junto al Dr Grant y el Dr. Malcom, asombrándose con ellos del descubrimiento de una especie que se creía ya extinta, paseando por las amplias y verdes praderas de la isla. Eso por no hablar de la espectacularidad reflejada en la sensación de estar apunto de ser devorado por un Tiranosaurus Rex mientras intenta llegar a sus presas a través del parabrisas suelto de un coche, o alcanzado por los veloces y letales Velociraptores, cuyas garras asoman por la pantalla más de lo que nos gustaría.

Los escenarios son otro punto a favor de la cinta en tres dimensiones, ya que la profundidad de los mismos transmite la ficción de estar experimentando el cálido clima de una excavación a pleno sol, una suave brisa en lo alto de un árbol por la noche rodeado de estrellas (y diplodocus) o la angustia de encontrarse rodeado de una manada de dinosaurios en estampida, corriendo directamente hacia las butacas del cine, sintiéndote literalmente como si corrieses peligro de ser aplastado.

Sin duda es una película hecha tanto para los fans de Jurassic Park, que disfrutarán enormemente con esta mágica adaptación, como para los que (¡sacrilegio!) aún no hayan descubierto esta joya del cine y su imprescindible banda sonora. Tan solo espero que en Universal se decidan a hacer lo mismo con la segunda, sin duda una secuela a la altura, aunque no con la tercera, demasiado disparatada en muchos aspectos en comparación con las anteriores. Para acabar, me atrevería a sugerir desde este humilde blog una adaptación 3D de Indiana Jones y el arca perdida, ya que con los dinosaurios ha quedado demostrada la efectividad del buen cine clásico en tres dimensiones.

Lo mejor: Experimentar desde un ángulo diferente y novedoso una película de la talla de Jurassic Park.

Lo peor: No hay escenas añadidas ni sorpresas en el argumento, ya que se trata de la película original sin cambios. Aún así, merece la pena.






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